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Alcones-Los Vilos.

  • Foto del escritor: Conserbici
    Conserbici
  • 17 ene 2018
  • 2 Min. de lectura

5 de enero del 2018. 148 km de pedaleo.


Nicolás relata: "Comenzamos el día a las 7:00, sacamos las bicis y nos dedicamos a terminar de parchar, nos gastamos 1 hora, y desayunamos avena con papaya. Estábamos listos a las 8:30, y partimos nuestro pedaleo. Vimos unos parques eólicos muy extensos, al igual que las haciendas que se extendían por kilómetros. Avanzamos unos 30 km y en una cabrería solicitamos un tarro con agua, para poder parchar bien las bicicletas, porque habían muchas espinas y los parches que teníamos no aguantaban, lo que hacía que estas se desinflaran, además no teníamos agua para revisarlas y quitar las espinas en su totalidad. Nos dimos cuenta de que en esa zona son muy comunes las cabrerías y sus productos, el cabrito y el queso de cabra.


Salimos de ese lugar a las 10:00, y el viento comenzó a pegar, por lo que el viaje se hizo muy duro. Además, estaba la neblina que se extendió hasta las 12:00. No teníamos de donde sacar plata porque no habían cajeros o cajas vecinas que aceptaran redcompra, y sólo teníamos avena, azúcar y agua, por lo que intentamos avanzar lo más que pudimos, hasta llegar a Los Vilos, donde nos desquitamos con la comida, y comimos de todo un poco. Comimos en "El Correita" y "El Paletito" que quedaban en la entrada de Los Vilos con muy buenos precios para la calidad de la comida.


Después de almorzar, cruzamos Los Vilos, y nos quedamos en un cerco donde acampamos y dormimos".


Ambos relatan que para ellos este fue uno, sino el más difícil de los tramos que han hecho hasta ahora, sobretodo por los factores en contra que presentaron.


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